Isco celebrando un gol // Fuente: La Vanguardia
El Real Madrid se impuso este domingo al Athletic de Bilbao en el Santiago Bernabéu de la mano de un Modric superlativo, que probablemente cuajó su mejor partido con la camiseta blanca, y un Isco que prosigue su idilio con el gol.
Los de Carlo Ancelotti buscaban su tercera victoria consecutiva, mejorando así el arranque de la pasada temporada, y continuar con su mejora en busca del fútbol ofensivo y vistoso que pretende implantar el técnico italiano.
Arbeloa y Di María arrancaban de inicio en detrimento de Carvajal y Mesut Özil, que no disputó ni un solo minuto frente a los leones, mientras que en el Athletic sorprendía la titularidad de su último fichaje, Mikel Rico, y la suplencia de Ander Herrera, envuelto en el interés del Manchester United.
El partido comenzaba con tanteo entre los dos contendientes, ninguno era capaz de imponer su dominio aunque se veía más cómodo a los rojiblancos. El Real Madrid arrancó un poco frío, con las líneas muy separadas y posesiones estériles sin profundidad.
Esos primeros veinticinco minutos fueron los mejores momentos de los leones, que si bien no llegaban a la portería de Diego López tampoco pasaban apuros y controlaban el juego. Sin embargo, eso no es suficiente contra equipos que poseen una pegada como la del Madrid.
Una magnífica asistencia de Karim Benzema dejaba solo a Isco frente a Herrerín y el malagueño no perdonaba, balón dentro, su equipo por delante y de nuevo el joven jugador desatascando un partido para los blancos.
Los merengues comenzaron a darle fluidez a su juego con un excepcional Luka Modric que se hizo dueño y señor del medio campo, recuperando y distribuyendo, haciendo de todo y todo bien. Di María también volvió a inyectarle al equipo esa intensidad que convierte al argentino en un jugador muy importante.
A pesar de esta mejoría las ocasiones no abundaban pero, con el tiempo cumplido del primer tiempo y con el árbitro ya a punto de señalar el descanso, una falta lateral permitía a Di María servirle un balón perfecto a Cristiano Ronaldo que aprovechaba la pasividad de la defensa bilbaína y conectaba un cabezazo inapelable que ampliaba la ventaja en el marcador para los suyos.
A pesar del gol, se volvió a ver un Cristiano incómodo y perdido por momentos. No termina el portugués de adaptarse al nuevo sistema, aunque no le hacen falta muchas oportunidades para dar muestra de su poderío goleador.
El gol fue un duro golpe para un Athletic al que se le ponía todo muy cuesta arriba. Ernesto Valverde movió el banquillo buscando más profundidad y dio entrada a De Marcos y Morán en lugar de Mikel Rico e Iturraspe.
Pero el choque seguía teniendo un dueño de camiseta blanca y un catorce a la espalda. Luka Modric se apoderó de toda la zona media, en un papel de mediocampista total, cortando los ataques del Athletic y construyendo el juego de los madrileños.
Ya en el minuto 72 Benzema, que escuchó algunos pitos procedentes de un sector de la afición madridista, asistía de nuevo a Isco para que éste hiciera el tercero y se colocara como máximo goleador de su equipo con tres tantos en tres encuentros.
El Athletic le puso casta y recortó diferencias con un gol de Ibai a falta de diez minutos que solo sirvió para maquillar el resultado final. Con los tres puntos de hoy el Real Madrid se sitúa con 9 y se mantiene en la parte alta de la clasificación, mientras que los rojiblancos siguen en una posición cómoda con dos victorias y una derrota.
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